LA BUSQUEDA DE CLARIDAD Y FORMALIDAD EN LA COMUNICACION DIGITAL
## La Búsqueda de Precisión y Formalidad en la Comunicación Digital: Un Consenso Emergente
En un panorama digital cada vez más saturado de inmediatez y formatos abreviados, un cambio notable se está gestando en la comunicación profesional y académica. Existe una creciente tendencia a prescindir de ciertos símbolos informales, como los asteriscos dobles para negritas o los símbolos de numeral para organizar contenido o denotar etiquetas, en favor de una expresión más pulcra, explícita y formal. Este movimiento, lejos de ser una mera preferencia estilística, responde a una profunda reflexión sobre la claridad, la accesibilidad y la autoridad del mensaje en la era contemporánea.
Expertos en semiótica y lingüística digital señalan que la omnipresencia de plataformas que utilizan estos caracteres como atajos de formato ha generado una ambigüedad latente. «Lo que en un entorno puede significar énfasis, en otro podría interpretarse como una anotación, una corrección o incluso una censura», explica la Doctora Elara Vance, investigadora principal en el Instituto Global de Comunicación Digital. «La ausencia de estos marcadores requiere una mayor deliberación en la elección de palabras y en la estructuración de las oraciones, lo que, paradójicamente, eleva la calidad intrínseca del texto.»
La adopción de herramientas de edición enriquecida y la estandarización de formatos web han disminuido la necesidad de recurrir a estos caracteres para indicaciones de estilo. Los programas y plataformas modernas ofrecen botones directos para negritas, cursivas o listados, eliminando la dependencia de secuencias de símbolos que no siempre son universalmente comprendidas o renderizadas de forma consistente. Esta estandarización permite una presentación uniforme del contenido, crucial para documentos corporativos, informes científicos o publicaciones de prensa donde la coherencia es sinónimo de credibilidad.
Además, la proliferación de la inteligencia artificial en la creación y procesamiento de texto añade otra capa de complejidad. Los sistemas de lenguaje natural son cada vez más sofisticados en la comprensión de matices semánticos y en la inferencia del tono, pero la presencia de caracteres atípicos, o que tienen múltiples significados contextuales, puede introducir ruido o requerir un procesamiento adicional que no siempre es eficiente. Un texto que prescinde de ambigüedades simbólicas es inherentemente más ‘legible’ tanto para humanos como para algoritmos, facilitando su indexación, búsqueda y comprensión.
Este giro hacia una mayor formalidad y explicitud no implica una restricción, sino una invitación a la riqueza del lenguaje. Al evitar atajos como las almohadillas que identifican tendencias en redes sociales o los asteriscos que imitan el resaltado tipográfico, los comunicadores se ven impulsados a emplear un vocabulario más variado, a construir frases más elaboradas y a estructurar sus argumentos con una lógica inherente al propio texto, y no dependiente de marcadores externos.
En resumen, la creciente preferencia por la escritura que evita el uso de asteriscos dobles o numerales como herramientas de formato es un reflejo de la maduración de la comunicación digital. Responde a una búsqueda de mayor claridad, universalidad y profesionalismo, reforzando la idea de que la sustancia y la forma explícita del mensaje son los pilares fundamentales para una interacción efectiva y respetada en cualquier ámbito, desde el corporativo hasta el educativo. Es una señal de que el rigor editorial y la precisión lingüística están recuperando su lugar central en la expresión contemporánea.